Las rocas espaciales siempre han sido categorizadas de manera clara: los cometas son bloques llenos de hielo y rocío que expulsan largas colas de gases cuando se calientan, mientras que los asteroides son simplemente grandes trozos de roca y metal. Sin embargo, la ciencia siempre sorprende con nuevos descubrimientos que obligan a reconsiderar nuestras nociones establecidas.
En 2023, los científicos descubrieron un tipo nuevo de objetos espaciales: los cometas oscuros o dark comets. Estos cuerpos celestes parecen asteroides debido a su falta de cola visible, pero se comportan como cometas al acelerarse inexplicablemente. Esto sugiere que contienen hielo sublimado desde sus superficies, similar a los cometas normales.

Recientemente, un equipo internacional de astrónomos ha identificado siete nuevos cometas oscuros adicionales, llevando el total conocido hasta ahora a quince. Esta nueva muestra permite a los científicos hacer inferencias estadísticas y descubrir que existen dos tipos distintos de estos enigmáticos cuerpos celestes.
El primer tipo de cometa oscuro se encuentra dentro del órbita de Marte, con orbitas bastante circulares. Están compuestos por bloques menores de menos de unos pocos decenas de metros y podrían contener hielo sublimado desde sus superficies.
El segundo tipo es más caótico en su comportamiento orbital: viajan a lo largo de órbitas altamente elípticas, llegando hasta las proximidades de Júpiter y acercándose al Sol más que Mercurio. Estos cometas oscuros son también mucho más grandes, alcanzando hasta cientos de metros en tamaño.
¿Qué implica esta nueva categoría de objetos celestes para nuestra comprensión del sistema solar? Los cometas oscuros podrían ser una fuente clave para la entrega de materiales vitales a la Tierra durante su formación, posiblemente contribuyendo a la aparición de vida en nuestro planeta. Este descubrimiento sugiere que estos objetos podrían haber jugado un papel importante en el origen y evolución de la vida en nuestro mundo.
Además, los cometas oscuros también tienen implicaciones para la seguridad planetaria. Dada su capacidad para alterar sus órbitas debido a la sublimación de hielo o otro material, estos objetos pueden representar un desafío adicional al modelado y predicción de amenazas potenciales desde el espacio.
Aunque todavía existen muchas preguntas sin responder sobre los cometas oscuros, este nuevo conocimiento nos permite avanzar en nuestra comprensión del sistema solar. La investigación publicada recientemente en Proceedings of the National Academy of Sciences es un paso importante hacia una mejor comprensión de estos enigmáticos cuerpos celestes.
La ciencia continúa revelando aspectos sorprendentes del universo, y el descubrimiento de los cometas oscuros es prueba viva de la necesidad constante de exploración y estudio en nuestro fascinante cosmos.