El experimento de la doble rendija es uno de los experimentos más famosos y fundamentales de la física cuántica.
Demuestra la naturaleza ondulatoria de las partículas, desafiando nuestra intuición clásica sobre cómo se comportan las cosas a nivel microscópico. Aunque parezca sencillo, sus implicaciones son profundas y han revolucionado nuestra comprensión del universo.

Imagina una pared con dos rendijas estrechas separadas por una pequeña distancia. Si lanzas una pelota de tenis contra esta pared, observarás que la pelota pasa a través de una de las rendijas y golpea la pared detrás de ella. Esto es lo que esperaríamos según la física clásica: un objeto se comporta como un objeto discreto y sigue una trayectoria definida.
Ahora, imagina reemplazar la pelota de tenis por electrones, partículas subatómicas mucho más pequeñas. Al lanzar un haz de electrones contra la pared con doble rendija, algo sorprendente sucede. Los electrones no pasan simplemente a través de una de las rendijas como esperaríamos. En lugar de eso, se crea un patrón de interferencia en la pared detrás de las rendijas, similar al patrón que se observa cuando dos ondas de agua se superponen.
Este patrón de interferencia solo puede explicarse si los electrones se comportan como ondas, capaces de pasar por ambas rendijas simultáneamente y interferirse entre sí. La naturaleza ondulatoria de los electrones es lo que crea el patrón de bandas claras y oscuras que observamos en la pared detrás de las rendijas.
El experimento de la doble rendija no solo demuestra la dualidad onda-partícula, sino que también revela un principio fundamental de la mecánica cuántica: la observación influye en el resultado. Si intentamos observar qué rendija pasa cada electrón individualmente, el patrón de interferencia desaparece y los electrones se comportan como partículas clásicas, pasando por una sola rendija.
Este fenómeno extraño nos muestra que la simple observación puede alterar la realidad a nivel cuántico. Los electrones parecen saber que están siendo observados y cambian su comportamiento en consecuencia.
El experimento de la doble rendija ha tenido un impacto profundo en la física moderna. Ha llevado a nuevas teorías sobre la naturaleza de la realidad, como la interpretación de Copenhague y la teoría de los muchos mundos. Además, ha dado lugar a tecnologías revolucionarias como el láser y la computación cuántica.
A pesar de su aparente simplicidad, el experimento de la doble rendija sigue siendo un tema de debate y fascinación para científicos y filósofos. Su capacidad para desafiar nuestra intuición sobre cómo funciona el universo lo convierte en uno de los experimentos más importantes de la historia de la ciencia.